そもそも僕たちは、日本には、サブカルチャーが存在するとすら思っていない。本当に独自の何かを提示している集団は皆無だし、それ故、オルタナティブな交流の場も存在しない。知的なゴミためや文化的オージー、固有の哲学に基づいた堅固なコミュニティなどに至っては望むべくもない。
東京という都市は、超安全で、やりたいことを何でもやることが出来る都市。もししたければ、ポケモンの馬鹿げたコスプレだって出来る。そして、日本人には、自分のしたいことを実現できる経済的余裕だってある。それなのに、日本人は、その自由を使っていない。その兆候のひとつは、クレイジーな人間のためのコミュニティの完全な欠如だ。
悪人、夢想家、変態、キチガイや反逆者の居場所であるはずのアートの世界を含め、何か熱中できるものを持っている人のためのコミュニティが日本には存在しない。自分の熱狂的な情熱を共有したり、僕らの生きているこの時代を象徴するような何か（例えば、ある種の運動や革命、あるいは古代ネロニアン的酒池肉林パーティ）を生み出すようなコミュニティは存在しない。誰もお互いに面識が無い。有名なアーティスト以外のヴェルニサージュは、たいてい家族や仲の良い友人ばかりが集まる場となっていて、他の都市のように、若手アーティストと知り合っていちゃつけるような社交の場としての機能は果たしていない。
衣服を通じて、自分たちの外見とヘドニズムを見せびらかすのが好きな人種が集まるファッションの世界は、その都市の自由度を計るバロメータとしての機能を果たしている。しかし、残念なことに、東京のファッションの世界は、どうしようもなく受け身な消費者の集団でしかない。ゴシック・ロリータ、ガングロ、コギャルなどの一見特異な集団にしても、結局やっていることは、自分たち自身をコピーするだけだから、もうこれ以上服にお金を使うのはムダ以外の何物でもないだろう。また、いわゆるファッション・リーダー達も同じで、彼らは単なる雑誌のコピーか、高価な服を何層にも重ねに重ねるだけで、何のオリジナリティも無いと僕らは考えている。なぜなら、パンク以降、ファッションのオリジナリティというのは、大きくDIY（Do
It Yourself = 自分で作ること）に拠っていると僕らは考えているからだ。しかも、今や、もっと複雑で洗練され、スーリアルなフォルムが可能になっている。そして、それこそが、日本のファッショニスタたちが実行できていない自由革命なんじゃないだろうか。（なぜだろう。個性や内に秘めた衝動とかがないからだろうか？）
以前ポストした写真からも分かるように、露出狂並みに自分たちの持つ自由をひけらかしているニューヨークと比較すると、東京のクラブシーンは、刺激に時たま身を震わすことがあっても、どっぷりとその刺激に浸かりきってはいない。実際、東京のクラブシーンは成長してきたし、今でもまだ驚くべきスピードで成長しているけれど、僕らはその中で、まだ数人のヘンタイでしかなくて、残りはみんな自分たちの日常を繰り返しているだけにすぎない。
僕らは、この国で、自分たちの持つ自由を利用し、心の奥底に秘めた衝動を表現している。でも、僕らは孤立していて、エクセントリックで、孤独だ。おそらく、TFRが属する小さなフリークス集団は、結局時間と労力を無駄にしているのだと思う。
english\\\\JAPANESE DON'T USE THEIR FREEDOM. It's not that we believe that a perfect place exists on the Earth. But if there is something close to it, it is the subculture -the space where we can find that and those who we are looking for-, or specifically that type of independent, free, countercultural, philosophic and bold community. Lamentably, it is in this sense of subculture /community where we bump into the weakest and most demoralizing point of Japanese society.
In principle, we believe that subculture does not even exist in Japan. There are no considerable human groups that show anything really distinct, and therefore, there are no alternative interaction spaces, no intellectual dumps, no cultural orgies, nor consistent communities, with a philosophic basis.
Tokyo is the kind of city where you can feel super safe of doing whatever you feel like doing (like emulating the stupidity of Pokemon), and where everybody has a great economic potential to realize it, but JAPANESE DON'T USE THEIR FREEDOM. One symptom is the absolute lack of communities for crazies.
Inclusive in the world of art (that is supposed to be the space of the vicious, dreamers, perverts, neurotics, rebels), there is no community of fanatics to share affinities and produce something generational like for instance, a movement, or a fucking revolution or a historic classic-neronian-like orgy. Nobody knows anybody. The vernissages are appointments for relatives and intimate friends, rather than social parties where you end up making out with a starlet, like in other cities, unless it is about an artist already in the mainstream.
The world of fashion, which for being about people who likes showing off their superficiality and hedonism via clothes always serves as a calculator of liberty in any city, is lamentably the fucking community of passive consumers par excellence from Tokyo. The distincts groups like Gothic Lolitas, Ganguro, Gyaru, Kawaii and other homogeneous the only thing they do is repeating theirselves, and perhaps they dont even need to buy more clothes already. The properly called fashionistas, are just the same bullshit: or they are mere copy of the magazines, or they are fucking layers and layers of expensive clothes, that stuff their bodies but don't add exclusivity, because we definitely think that since Punk, the contemporary fashion exclusivity borders on DIY - but the actual forms are more sophisticated and surreals though. It is the evolution of the freedom of clothing that Japanese fashionistas can't carry out (maybe because they don't have character or internal shite?)
Compared to New York (city we went to a time ago, where people make exhibitionism of their liberty as we showed in our pornographic photos), the club scene in Tokyo is only splattered -not infected- by emotion. It is truth that it has grown and it's still growing overwhlemingly, but we are still 5 sexual perverts who continue being the ones who contribute madness, that that's what parties are made for. The rest repeats their mediocrity from the street.
We the ones who use our freedom and show them all our internal shit in this country, are isolated, eccentric, solitary cases. A microgroup of freaks where TFR seems to be wasting its time.
español\\\\LOS JAPONESES NO USAN SU LIBERTAD. No es que creamos que exista un lugar perfecto sobre la Tierra. Pero si hay algo cercano a eso es la subcultura -el espacio donde podemos encontrar eso y a esos a quienes estamos buscando-, o específicamente aquel tipo de comunidad independiente, libre, contracultural, filosófica y atrevida. Lamentablemente, es en este sentido de subcultura/comunidad donde nos topamos con el punto más débil y desmoralizador de la sociedad japonesa.
En principio, pensamos que en Japón la subcultura ni siquiera existe. No hay grupos humanos considerables que muestren nada verdaderamente distinto, y por lo tanto, no existen espacios de interacción alternativa, ni antros intelectuales, ni orgias culturales, ni comunidades consistentes, con base filosófica.
Tokio es la clase de ciudad donde puedes sentirte súper tranquilo de hacer lo que se te da la gana (como emular la estupidez de Pokemon), y donde la gente tiene un gran potencial económico para realizarlo, pero LOS JAPONESES NO USAN SU LIBERTAD. Un síntoma es la falta absoluta de comunidades para locos.
Inclusive en el mundo del arte (que supone ser el espacio de los viciosos, soñadores, pervertidos, neuróticos, rebeldes), no existe la comunidad de fanáticos para compartir afinidades y producir algo generacional como por ejemplo, un movimiento, o una puta revolución o un bacanal clásico-histórico tipo neroniano. Nadie conoce a nadie. Los vernissage son más bien citas para los familiares y amigos íntimos, no fiestas sociales donde uno termina acostándose con un(a) aprendiz de artista como en otros lados, a menos que se trate de un artista ya en el mainstream.
El mundo de la moda, que por tratarse de gente que gusta demostrar su superficialidad y hedonismo a traves de la ropa siempre sirve como medidor de libertad en cualquier ciudad, es lamentablemente la puñetera comunidad de los consumidores pasivos por antonomasia de Tokio. Los distintos grupos como Gothic Lolitas, Ganguro, Gyaru, Kawaii y demás homogéneos lo único que hacen es repetirse, y tal vez ya ni tengan que comprarse más ropa. Los fashionistas propiamente dicho, son igual de aburridos: o son mera copia de las revistas, o son fucking capas tras capas de ropa cara, que rellenan su cuerpo pero no añaden exclusividad, porque definitivamnte pensamos que desde el Punk, la exclusividad fashion contemporánea raya en el DIY, pero las formas de ahora son más sofisticadas y surreales. Es la evolución de la libertad en la vestimenta que los fashionistas japoneses no pueden afrontar (¿tal vez porque no tienen carácter ni mierda interior?).
A comparación de New York (ciudad a la que fuimos hace poco, donde la gente hace exhibicionismo de su libertad como mostramos en nuestras pornográficas fotos), la escena club en Tokio sólo está salpicada -no infectada- de emoción. Es cierto que ha crecido y que sigue creciendo abrumadoramente, pero siguen siendo no más de 5 pervertidos sexuales los que aportamos locura, que para eso se han hecho las fiestas. El resto repite su mediocridad de la calle.
Los que usamos nuestra libertad y mostramos a todos nuestra mierda interior en este país, somos casos aislados, excéntricos y solitarios. Un microgrupo de freaks en donde TFR parece estar malgastando su tiempo.
